domingo, 30 de marzo de 2014

Introducción

-¡No me puedes hacer esto!- decía Ariadna mientras observaba como su madre metía sus pertenencias en una maleta.
-Claro que puedo, ¿acaso no  lo estás viendo? – le contesta su madre mientras sigue metiendo las cosas de su hija en aquella maleta.- Te vas a ir con tu padre una temporada a Sevilla, a ver si así dejas de hacer tantas tonterías.”

Esa había sido la última conversación que Ariadna había mantenido con su madre, desde entonces no había vuelto a dirigirle la palabra, una semana después se encontraba en un tren Barcelona-Sevilla para irse una temporada con su padre.

“Maldito Ismael, por su culpa estoy aquí, para que me ofrecería ese cigarro”

Esa frase había inundado su mente desde que su madre la había pillado fumando con su amigo, para una vez que lo hacía su madre tenía que pasar por allí justo en aquel momento, eso, y las veces que se había escapado de casa estando castigada habían impulsado a su madre a mandarla de nuevo con su padre.
Pero bueno, a lo hecho, pecho.

Faltaría una hora para llegar a Sevilla y volver a ver a su padre, al que hacía tres años que no veía, pero esa era la menor de sus preocupaciones, su padre nunca la había tratado bien y no creía que eso pudiera cambiar, aún así, las piernas le temblaban.

Entonces, ¿cuál era la razón de su nerviosismo? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario