martes, 1 de abril de 2014

Capítulo 3- "Para siempre"

-No puedes permitir que lo haga de nuevo, ni tú puedes ni yo voy a hacerlo, otra vez no - Jesús no para de negar una y otra vez.
-¿Y qué hago? Si le digo algo me volverá a pegar o si no me mandará a un internado, me lo ha dicho antes, no puedo hacer nada, por más que quiera - Ariadna mira al chico apenada, ella más que nadie quería hacer algo.
-¿Y qué vas a hacer? ¿Dejar que te pegue y después ocultar tus moretones como cuando teníamos 10 años? No quiero verte sufrir de ese modo de nuevo-  Jesús miró fijamente a Ariadna, pero la chica apartó rápidamente su mirada.
-Lo siento...- se levanta dispuesta a irse, no se cree capaz de soportar esa conservación.
-Eh,¿por qué te vas? - Jesús la está agarrando del brazo.
Ariadna no dice nada,simplemente abraza a su amigo y se quedan así durante unos minutos.
-Tengo miedo, Jesús- la chica hunde su cara en el hombro de él.
-Escúchame, voy a estar aquí para siempre, ¿vale? No te voy a dejar sola,nunca - tras decir esto le da un beso en la cabeza y la abraza con más fuerza.
-Gracias.

Después de un rato hablando, Ariadna decide volver a casa y Jesús la acompaña.
-Hasta mañana, y recuerda, siempre voy a estar aquí- El chico le da un beso a su amiga y emprende el camino hacia su casa.

Ariadna toca el timbre y espera a que le abran, para su desagrado el que abre es Arturo.
-Hombre, la princesita de la casa, ¿qué tal te lo has pasado con el famoso? 
- Primero, "el famoso" - dice Ariadna haciendo comillas con los dedos - tiene nombre, y es Jesús, segundo, no te importa como me lo he pasado, y tercero, déjame pasar. - le pone la mano en el pecho y le empuja ligeramente para que se aparte de la puerta.
- Niñata.
- Gilipollas.

Ariadna sube a su habitación y termina de colocar sus cosas,pasada una media hora alguien toca en la puerta.
-Adelante.
-Ariadna,dice papá que bajes a cenar - Alicia está en la puerta esperando la respuesta de su hermanastra, a la cual no le hace demasiada gracia que su padre haya mandado a ella para avisarla,pero mejor la niña que Arturo.
-Ahora bajo.

En dos minutos Ariadna está en la cocina y esperando la cena.
-Alicia,¿sabes que Ariadna es amiga de los gemelitos? - Arturo sonríe mirando a Ariadna.
-¿En serio? ¿Me los puedes presentar? ¡Por favooor!- Ariadna iba a hacer una mueca de desagrado pero se da cuenta de la mirada de su padre posada sobre ella.
-Lo intento,¿vale? - observa como su padre asiente y se relaja un poco.
-Ahora,paremos de hablar de Jesús y Daniel y hablemos de ti,hija, el lunes empezarás el insituto de nuevo, irás al Hipatía, con tu hermano.

Ariadna decide no comentar nada sobre esto ya que no le hace mucha gracia tener que ir al instituto con él y decide seguir comiendo en silencio,hasta que recuerda que Dani le había dicho de salir mañana.
-Dani me ha dicho de salir a dar una vuelta mañana por la tarde,¿puedo ir? - pregunta con cierto miedo a que le diga que no.
-¿Acabas de llegar y ya estás saliendo por ahí? 
-Pero hace años que no los veo,por favor- observa como su padre suspira y asiente.
-Está bien,pero a las diez te quiero en casa - Ariadna asiente y se levanta de la mesa,ya ha terminado de cenar.

Sube a darse una ducha y después se va a la cama, ha sido un día agotador y cae rendida en dos minutos.
Se despierta al día siguiente a causa de la claridad que entra por la ventana,coge su móvil y mira la hora,las once y media,se arregla un poco y baja a desayunar, comprueba que no hay nadie en casa,deben de haberse ido a algún lado y lo prefiere así.
Después de desayunar, se cambia de ropa, se pone las deportivas y sale a correr un rato.
Va sumergida en sus pensamientos cuando escucha que alguien la llama, se da la vuelta y ve a una chica de su edad, rubia, alta y delgada, con los ojos verdes y una preciosa sonrisa.
-¿Sonia? - aún está algo agitada por la carrera y jadea un poco.
-La misma,¿¡qué haces aquí!? ¿Has vuelto y no me has dicho nada? - la chica se cruza de brazos pero sonríe a la vez.
-Volví ayer tía, mi madre me ha mandado de vuelta, porque dice que hago muchas tonterías - niega con la cabeza y ríe.
-Me tienes que contar todo,¿eh? ¿Has visto ya a los gemelos?
-Sí, estuve ayer con ellos, les echaba tanto de menos, de verdad.
-¿Y a mi no?- Sonia finge enfadarse.
-Claro que si,tonta.

Las dos siguen caminando y hablando tranquilamente, Sonia había sido la mejor amiga de Ariadna hasta que se fue a Barcelona, desde que eran unas niñas se habían criado juntas y todo eso no se olvida.
-¿Vendrás a Hipatía? 
-Si, mi padre me ha apuntado ahí porque su hijo va también,¿tú vas a ese? 
-Si, posiblemente estemos en la misma clase - por lo menos había algo bueno en todo esto.
- Pues menos mal, si hubiera tenido que soportar a Arturo yo sola no se que habría hecho,de verdad que no lo soporto.
-Arturo... Él y sus amiguitos se creen los dueños del instituto, de verdad que no pueden ser más idiotas - niega con la cabeza, mira su reloj y se da cuenta de la hora que es, se le ha hecho tarde- Tía, me tengo que ir, apunta mi número y hablamos por whatsapp, ¿vale? 

Las dos intercambian los números de teléfono y cada una vuelve a su casa.
Ariadna va sumida en la música que sale de sus auriculares cuando ve algo que le llama la atención cuando pasa por el parque, es Jesús y está con una chica.
Por eso se había ido ayer cuando estaban en su casa.
Sin saber por qué siente una punzada en el pecho, sigue caminando para evitar que Jesús la vea.
Le había dolido verle con esa chica, ella creía que sus sentimientos hacia Jesús habían cambiado cuando se fue a Barcelona, ¿o no era así?

Llega a su casa con un nudo en la garganta, su padre aún no había llegado, sube y se da una ducha. 
Se pone a ver un rato la tele, aunque no le presta mucha atención hasta que escucha unos nombres que le llaman la atención, están dando la batalla de Daniel y Jesús, de verdad que sus voces han cambiado mucho desde que cantaban de pequeños, pero lo hacían genial igualmente, le da pena que los expulsaran, ojalá alguien les vea y se interese por ellos.
Escucha el ruido de la puerta, acaban de llegar, su padre se asoma a su habitación.
- Vamos a salir a comer fuera, ¿vas a venir o te vas a quedar aquí? 
- Prefiero quedarme aquí.
- Está bien, te dejo dinero abajo y si quieres puedes pedir pizza o lo que quieras - dice para después desaparecer de nuevo.



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